Hacer un diagnóstico del estado de conservación de un monumento es conocer las patologías que afectan a esa obra. Al igual que los médicos con sus pacientes, nosotros analizamos los síntomas que afectan al edificio, intentamos conocer la enfermedad que ha causado esos daños y proponemos las mejores soluciones posibles.
El diagnostico es el paso previo a toda restauración. Esta metodología abarca a un gran número de disciplinas, arquitectura, química, arqueología, geología, historiadores, físicos, restauradores y ambientólogos, ya que cada edificio y su problemática son diferentes.FUENTE UNIVERSIDAD PABLO DE OLAVIDE (Sevilla)
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