Este articulo del periodico ABC cultural, me motiva a reflexionar sobre el asunto de la conservación de los edificios, y hacer una propuesta.
REFLEXIÓN:
El ama de casa de un pueblo "blanco" de la Serranía de Ronda encala su fachada en primavera, la fachada pertenece al bién común de sus vecinos y visitantes, a la vez que demuestra el cuidado y esmero por la limpieza, valor siempre agradecido por los ususarios.
El sacristán limpia "su templo", abre y cierra puertas, enciende velas y quema incienso, igualmente hace resplandecer para todos los feligreses y peregrinos, un bién que aunque siente como suyo es de todos.
El alcaide del castillo, también abre y cierra puertas, quita matojos del patio de armas, expanta a cigueñas y palomas, ademas de retirar los restos de la última botellona, para que la fortaleza resplandezca con grandeza, ante el curioso visitante.
Estas actividades casi altruistas, realizadas en España por miles de ciudadanos anónimos, muchas de ellas heredadas de generación en generación, que nadie fiscaliza ni prohibe, pasan discretamente desapercibidas. Gracias a todos esos conservadores del patrimonio, a los que de verdad sentís como vuestro todo lo nuestro.
¿Que ocurre con los edificios históricos cerrados? ¿De quién son propiedad? ¿Quién a permitido que los ciudadanos anónimos no puedan cuidar de la cosa nostra? Tanta legislación, asfixia y expanta a la gente de buén corazón.
PROPUESTA
La casa habitada tiene sentido y vive. Mantengamos las propiedades de sus "dueños", permitiendo una participación natural de la gente con vocación, en abrir puertas y ventanas, encalar patios o poner flores, en lugares que a fín de cuenta son patrimonio de todos, no para su posesión, sino para su disfrute.
Facilitemos que las personas puedan participar de la conservación del patrimonio, no tengamos miedo. Cada vez los amantes del patrimonio están mejor formados, tienen iniciativa y son conscientes de que su trabajo, tiene mucho de satisfacción personal y escaso rendimiento económico, no se lo pongamos dificil con leyes y cortapisas imposibles de cumplir.
De seguir así, en poco tiempo, tendremos un patrimonio arruinado, no expoliado ni demolido, pero que cumple con toda la legislación vigente, muriendo en el olvido. Leer ABC
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