El director general de CulturArts Generalitat, Manuel Tomás, ha
explicado esta mañana que la Unidad de Restauración y Conservación de la
entidad ha colocado "un sistema tecnológico de última generación y
único en Europa en la Catedral de Valencia para preservar el fresco
renacentista de los ángeles", situado en la capilla mayor de la Seo.
Tomás ha asegurado que la Catedral de Valencia es la única gran iglesia europea que utiliza este programa pionero y que, desde CulturArts Generalitat, "se está trabajando sin descanso para esta emplear la tecnología como aliada en la conservación de los bienes culturales de la Comunitat".
Se trata de la colocación "in situ" de 67 sensores de seis milímetros de longitud en las pinturas de los ángeles músicos renacentistas para controlar en todo momento los parámetros físicos que puedan alterarlas.
Los sensores se han instalado en las zonas más deterioradas de las pinturas sobre la cubierta de la bóveda para no dañar los frescos y no interfieren en la maravillosa perspectiva que los vistantes de la catedral tienen de los diez ángeles.
Recogen una media de dos millones de datos al mes y, según ha explicado el Director General, "controlan la temperatura, la humedad relativa, los cambios en los parámetros físicos, la radiación ultra-violeta o el agua encharcada en la cubierta".
"Demos medir constantemente y vigilar de cerca el estado de los frescos puesto que son una joya inédita y especial en la Comunitat. Nuestro objetivo es disponer de información que vaya indicando si se modifican dichos parámetros, porque a la larga pueden repercutir en su conservación".
Los datos se consiguen a través de los sensores instalados en las pinturas, el techo, los nervios y el muro, que emiten información ambiental y de temperatura veinticuatro horas al día.
Cada día se guardan en un microprocesador y mensualmente se analizan con un programa informático especializado que es capaz de registrar cualquier alteración o cambio en los parámetros ya mencionados, si las pinturas han sufrido modificaciones o si se están deteriorando.
Este sistema se conoce como conservación preventiva y la Catedral de Valencia es la única a la que se le está sometiendo a estos tratamientos tan minuciosos, gracias al trabajo desarrollado por la Unidad de Conservación y Restauración de CulturArts Generalitat. Leer propuesta
Tomás ha asegurado que la Catedral de Valencia es la única gran iglesia europea que utiliza este programa pionero y que, desde CulturArts Generalitat, "se está trabajando sin descanso para esta emplear la tecnología como aliada en la conservación de los bienes culturales de la Comunitat".
Se trata de la colocación "in situ" de 67 sensores de seis milímetros de longitud en las pinturas de los ángeles músicos renacentistas para controlar en todo momento los parámetros físicos que puedan alterarlas.
Los sensores se han instalado en las zonas más deterioradas de las pinturas sobre la cubierta de la bóveda para no dañar los frescos y no interfieren en la maravillosa perspectiva que los vistantes de la catedral tienen de los diez ángeles.
Recogen una media de dos millones de datos al mes y, según ha explicado el Director General, "controlan la temperatura, la humedad relativa, los cambios en los parámetros físicos, la radiación ultra-violeta o el agua encharcada en la cubierta".
"Demos medir constantemente y vigilar de cerca el estado de los frescos puesto que son una joya inédita y especial en la Comunitat. Nuestro objetivo es disponer de información que vaya indicando si se modifican dichos parámetros, porque a la larga pueden repercutir en su conservación".
Los datos se consiguen a través de los sensores instalados en las pinturas, el techo, los nervios y el muro, que emiten información ambiental y de temperatura veinticuatro horas al día.
Cada día se guardan en un microprocesador y mensualmente se analizan con un programa informático especializado que es capaz de registrar cualquier alteración o cambio en los parámetros ya mencionados, si las pinturas han sufrido modificaciones o si se están deteriorando.
Este sistema se conoce como conservación preventiva y la Catedral de Valencia es la única a la que se le está sometiendo a estos tratamientos tan minuciosos, gracias al trabajo desarrollado por la Unidad de Conservación y Restauración de CulturArts Generalitat. Leer propuesta