Se trata de un documento de base técnica en el que se recoge información relativa al estado de conservación del edificio
en sus elementos comunes así como del comportamiento energético de su
envolvente térmica (cubiertas y fachadas). La inspección permite
constatar posibles lesiones o deterioros de la edificación al tiempo que
analiza la demanda energética del mismo con el fin de establecer unos
criterios para priorizar las intervenciones de rehabilitación
posteriores. Todo ello va dirigido a que las medidas de ayudas que se
establezcan en el marco de rehabilitación sean coherentes con las exigencias de necesidades reales del parque residencial existente.
El Informe de Conservación del Edificio
(ICE) en su versión inicial aparece con el Decreto 81/2006 del Consell.
Con la publicación y entrada en vigor del Decreto 43/2011, de 29 de
abril, del Consell por el que se modifican los decretos 66/2009, de 15
de mayo, y 189/2009, de 23 de octubre, se introduce el Informe de Conservación del Edificio que incluye los aspectos energéticos
(ICE), esta segunda versión sustituye a la anterior e incorpora las
directivas y exigencias relativas a la eficiencia energética europeas y
estatales.
Su objetivo es; por un lado
disponer de información cualitativa acerca del estado del parque
residencial, en lo referente a aspectos fundamentales como son la
estabilidad, habitabilidad y funcionalidad así como en lo referente a
las necesidades energéticas del la envolvente térmica del edificio
(cubiertas y fachadas) para garantizar la situación de confort óptima,
la reducción de consumo energético y de emisiones de CO2 en los
edificios.
Dicha
información, en los sucesivos planes de fomento a la rehabilitación, nos
va a permitir planificar y objetivar las acciones a apoyar en
coherencia con el deber de conservación y rehabilitación establecido por
la Ley de la Vivienda de la CV y la normativa urbanística. Ver documento